godaddy

viernes, 23 de julio de 2010

COMO AMAR A UN SER HUMANO

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida.

Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera: apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo por ser quien es, no por como tú desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.

Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad desnuda, honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables; permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser tú mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta forma, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada cristalina, "este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto... si tú quieres recibirlo".

Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando duda de sí mismo, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle libremente.

Amar a un ser humano es ser suficientemente humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a la vida el prodigio de su existencia y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa.

Amar a un ser humano es atreverte a expresar el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo vigoroso, de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa honestamente, que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus capacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el fruto que podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.

Amar a un ser humano es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos firmemente; es respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquellos que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos.

Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada "ser humano", de la cual tú formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo

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sábado, 3 de julio de 2010

TECNICA ESENIA DE LA GRAN GRATITUD

Una de las claves del respeto y por consiguiente de la alegría interna y la iluminación es aprender a ser agradecido y a dar las gracias con gratitud y con una adecuada comprensión.
Ciertamente me dirán que algunas veces no hay por qué dar las gracias y que eso cultiva una actitud inocente, pasiva y débil. En verdad la gratitud es todo excepto debilidad. Abre la puerta a una ciencia y conocimiento superiores. Un acto emanado de la gratitud es siempre beneficioso y bello. No saber dar las gracias no significa fortaleza en lo absoluto sino debilidad. Una persona prisionera de su descontento cae en estados mentales negativos que le roban su fuerza y su energía.

La expresión "gracias" no es una mera frase educada y convencional. Es por sobre todo una frase mágica, un encantamiento sagrado, un poderoso mantram  transmitido a todas las personas por los grandes maestros espirituales y sus discípulos más iluminados.
Sí, muchas costumbres de la vida que practicamos en forma inconsciente fueron originalmente instituidas por seres de luz que deseaban ayudar a la humanidad.
La expresión "gracias" tiene el poder de abrir la conciencia y despertar a la verdadera riqueza. Aquellos que saben dar las gracias cuando caen en las pruebas demuestran su valor interno y su conexión con una conciencia superior. Un agradecimiento tal debe provenir de una clara conciencia y de un perfecto conocimiento de las leyes de la vida. Entonces posee el poder alquímico para transformar las situaciones y los estados mentales.

Cuando se dice de la forma correcta el agradecimiento tiene la virtud de purificar el alma terrenal y las relaciones entre los seres. Dar las gracias a alguien es purificar la atmósfera entre tú y esa otra persona. Algunas veces incluso puede sanar relaciones karmáticas y situaciones difíciles. "Gracias" ejerce un poder liberador, permite el desapego, el abandono (o la aceptación de las cosas)y facilita el perdón. Puede convertirse en una verdadera bendición para uno mismo y para otros puede ser una muralla de defensa contra las fuerzas de la oscuridad que con frecuencia tratan de interferir en nuestras vidas para perturbar furtivamente complicarlo o destruirlo todo. Por medio de la gratitud también se puede crear una firme base --una sobre la cual se pueda construir una vida útil, armoniosa, rica y consciente--en el aspecto psicológico de la vida.

Las virtudes de la gratitud son demasiado numerosas para describirlas lo más sencillo es conocerlas por experiencia propia poniendo en práctica la gratitud. Sin duda que necesitaremos una nueva percepción del mundo mucho más espiritual y sutil. Es en el mundo invisible donde el agradecimiento adquiere todas sus dimensiones. Por supuesto si vivimos sin espiritualidad sin conciencia, si damos la espalda al mundo invisible, admito entonces que dar las gracias pueda convertirse en una debilidad: para un ignorante el agradecimiento es la muerte. Pero creo que nosotros aún no llegamos a esto.

Para quienes están conscientes de su espiritualidad y por tanto de la parte más sutil de su ser y de la vida, agradecer es incrementar la intensidad de la vida. El descontento estrecha la vida mientras que la gratitud la expande,  la aumenta, incrementa la alegría y abre las puertas del infinito del amor. Aquellos que reciben amor con gratitud lo reciben doblemente mientras que quienes están descontentos lo pierden. La gratitud es el arte de saborear la vida con agrado es también una aceptación inteligente y trabajo sobre uno mismo. El niño pequeño que recibe muchos cuidados no puede tener recogijo mientras crea merecerlo todo.. Vivir una mentira es sentenciarse uno mismo a infortunios y a desilusión.

Estoy convencido de que la alegría depende de nuestra actitud en la vida. Si tu agradecimiento contiene todo lo que es del cielo entonces se convierte en una fabulosa oración y en un regalo de amor. Quien pronuncia las "gracias" de esta manera comprende que nada en esta tierra le pertenece y que todo es un regalo de los seres superiores que velan por él. Ni siquiera su cuerpo sus pensamientos o sus deseos le pertenecen..
Dar las gracias por todas estas bendiciones es estar en camino de adquirirlas verdaderamente y de hacer algo positivo con ellas. Cuando el agradecimiento se transforma en una oración adquiere el poder de triunfar sobre las fuerzas oscuras y los estados mentales negativos que envenenan la vida.

Cada vez más y másel mundo se asemeja a una selva infestada de insectos y animales extraños hasta el punto de encontrarse uno en situaciones donde los estados mentales oscuros invaden la conciencia y la sensibilidad como una nube de  mosquitos en forma cada vez más frecuente. Ya no sabemos cómo escapar a esos estados destructivos. El gran agradecimiento "aquel que conoce el sendero hacia el mundo superior invisible" puede liberarnos. Repito lo que digo porque para mí el agradecimiento que se eleva al cielo con respeto y gratitud es la oración más hermosa. Ahora es la oración más eficaz para sacar a los seres humanos del control de las fuerzas oscuras y los estados mentales negativos.
La palabra "gratitud" también significa renacer a uno mismo.

Finalmente debemos comprender que hemos permitido una forma de vida artificial que incrementa el desarrollo de la negatividad. Por eso tanto en el futuro como en el presente las técnicas de alquimia interna serán cada vez más indispensables. Sin ellas será imposible luchar para mantener la propia dignidad, el tesoro del alma, la belleza interior. Debemos reinventar una nueva forma de vivir en la tierra para poder recobrar las fuerzas del alma que abren las puertas del cielo y de la iluminación. Esta es una necesidad para el futuro.

Cuando los seres humanos llevan el cielo y la tierra dentro de sí mismos no hay fuerzas negativas que puedan penetrar en ellos. Entiéndanme bien: para mí el descontento es una fuerza negativa. Claro que hay un tipo de descontento que es beneficioso porque permite ponernos a trabajar aún más para alcanzar la perfección, pero este descontento es mesurado y controlado es una herramienta de la creatividad. No estoy refiriéndome a éste sino al que invade el alma y lleva al servilismo cerrando las puertas a la inteligencia superior.

"Gracias" es una palabra que une al cielo y la tierra. Cuando el agradecimiento es sincero y está lleno de fuerza vital, tiene el poder de tocar y despertar ese centro íntimo que radica en el estómago y que los japoneses denominan el "hara". La verdadera fuerza proviene del profundo agradecimiento que toca el centro del ser uniendo cielo y tierra. Quien sabe cómo agradecer a la tierra halla el fundamento de la vida psicológica. La tierra limpia, purifica y sana muchos problemas psicológicos e incluso enfermedades físicas porque ambos están estrechamente relacionados.

Quien sabe cómo agradecer a la inteligencia de los cielos halla dirección en su meta en la vida.
Es una luz que ilumina con verdadero conocimiento. Todo lo que necesitamos hacer es ponernos a trabajar. Muchas cosas en nuestra vida dependen de la forma en que dirigimos nuestras energías. La inteligencia no radica en digerir las cosas como una cotorrasino en la capacidad de comprender el significado positivo de la vida y caminar en esta dirección por nuestro bienpor el de los demásy por el mundo. Todos en la tierra deben ofrecer sincero y cálido agradecimiento a todos los seres -- no al pequeño ser artificial en ellos sino al Innombrable, omnipresente.
La aceptación de lo divino, sublime, infinito, inmortal, a través de todos los seres humanos y a través del Todo, es la perfección del agradecimiento.